Los retos para los estudiantes adultos

Hacer un curso puede ser la puerta de entrada a una nueva carrera, o un peldaño vital hacia ese ascenso que has estado buscando. Sea cual sea tu campo de actividad, aprender nuevas habilidades es clave para diversificarte y avanzar.

La perspectiva de avanzar en tu carrera es emocionante, pero el camino puede ser difícil. La verdad es que estudiar requiere tiempo, dinero y energía; es un gran compromiso.

Los estudiantes adultos se enfrentan a una serie de retos únicos. Si perteneces a esta categoría, es importante que encuentres la solución de aprendizaje adecuada; una que aborde estas barreras y permita superarlas.

En esta entrada del blog, echaremos un vistazo a lo que significa ser un alumno adulto, los obstáculos típicos a los que se enfrentan los alumnos adultos y lo que puedes hacer para superarlos.

Las barreras que debe superar un estudiante adulto

¿Qué significa ser un estudiante adulto?

El término «alumno adulto» describe básicamente a cualquiera que no sea un estudiante en el sentido convencional de la palabra. No existe una definición rígida, pero podemos basarnos en Teoría del aprendizaje de adultos de Malcolm Knowles (andragogía) para ayudarnos a diferenciar entre alumnos adultos y alumnos tradicionales.

Mientras que la pedagogía se refiere al proceso de enseñar a los niños, la andragogía es el proceso de ayudar a los adultos a aprender. Supone que los alumnos adultos son autónomos, están intrínsecamente motivados y orientados a objetivos, y que han acumulado cierta experiencia previa.

Según la teoría de la andragogía, los alumnos adultos también pueden tener responsabilidades y situaciones externas que repercuten en el proceso de aprendizaje, ya sea un trabajo, compromisos familiares o ambas cosas. Por último, normalmente los alumnos adultos estudian por elección propia, por lo que se puede suponer razonablemente que la motivación intrínseca es alta. Sin embargo, mantener este nivel de motivación puede ser complicado, ya que el aprendizaje de adultos conlleva su propio conjunto de retos.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los estudiantes adultos?

Los beneficios de estudiar son múltiples: aprender nuevas habilidades para tu trabajo, dedicarte a un tema que te apasiona o aumentar tu confianza. A pesar de las muchas ventajas, compaginar los estudios con la vida adulta no es fácil. He aquí algunos de los contratiempos más comunes a los que se enfrentan los estudiantes adultos:

Falta de tiempo

Equilibrar el trabajo y los compromisos familiares manteniendo algún tipo de vida social ya es bastante complicado. Añade una clase a la mezcla y tendrás las manos llenas. Si tu agenda ya está repleta, la idea de estudiar puede parecer imposible, e incluso si encuentras la manera de hacerlo, está la cuestión de si te quedará energía para dar. Un estudio realizado en Canadá, por ejemplo, muestra que el 70% de las empresas ofrecen ayudas económicas para formación relacionada con el trabajo. Pero sólo el 22% de los empleados la utilizan, alegando falta de tiempo y claridad sobre cómo, exactamente, mejorar sus capacidades.

Barreras financieras

El dinero es un factor muy importante cuando se trata del aprendizaje de adultos. Con facturas que pagar y bocas que alimentar, pagar una clase puede parecer una extravagancia innecesaria.

A informe reciente del grupo universitario Million Plus del Reino Unido pone de relieve hasta qué punto esto puede suponer un obstáculo. Tras el aumento de las tasas universitarias en 2012, el número de estudiantes maduros descendió un 20%, y en algunas carreras, como enfermería, hasta un 49%.

Aunque, en última instancia, estudiar puede ser la clave para progresar profesionalmente, conseguir los fondos necesarios no siempre es fácil.

Mentalidad

Dejando a un lado el tiempo y el dinero, una de las mayores barreras para los estudiantes adultos es la duda: esa sensación de «¿estoy realmente hecho para esto?».

Como adultos, a menudo sentimos que deberíamos tenerlo todo resuelto, e ir a la escuela puede parecernos un paso atrás. La verdad es que el cambio es desalentador; al embarcarte en algo nuevo, estás saliendo de tu zona de confort y exponiéndote a la posibilidad de fracasar.

Unido a la falta de tiempo y dinero, esto podría bastar para disuadirte para siempre. Sin embargo, no es tan sombrío como parece. Veamos cómo puedes superar estos obstáculos y estudiar tu camino hacia la felicidad profesional.

Soy un estudiante adulto: ¿qué opciones tengo?

La buena noticia es que estudiar como adulto es muy factible, sólo tienes que encontrar la solución adecuada. Los bootcamp online ofrecen una alternativa mucho más realista que las opciones tradicionales de educación superior, y hay un curso para casi todo. Sin embargo, el aprendizaje nunca es un caso de talla única, por lo que es importante elegir un curso que se adapte a tu situación personal.

Así es como los campamentos de entrenamiento online eliminan muchas de las barreras típicas de los estudiantes adultos:

Flexibilidad

Ante todo, si tienes una agenda muy apretada, la flexibilidad es la clave. Asistir a una clase a horas y en lugares fijos puede no ser factible, pero un curso online en el que puedas trabajar a un ritmo flexible te da mucha más libertad. No puedes producir más horas al día, pero puedes encontrar tu propio ritmo y estudiar como y cuando tengas tiempo.

Relación calidad-precio

Las restricciones financieras son mucho más difíciles de abordar, y cada uno trabaja con un presupuesto diferente. Dependiendo de tu situación, hay varias vías que puedes seguir. Si ya tienes un empleo y quieres estudiar algo relacionado con tu trabajo actual, tal vez puedas pedir a tu empresa que lo cubra. Si eso no es una opción, busca un curso que puedas pagar a plazos.

También es importante encontrar un curso que ofrezca una verdadera relación calidad-precio. La opción más barata puede ser más asequible, pero estudiar es una inversión: si vas a gastar dinero en ello, merece la pena pensar en el valor a largo plazo y no sólo en el ahorro inmediato.

Cuando se trata de sofocar esos sentimientos de duda, es crucial contar con una sólida red de apoyo. Especialmente para los estudiantes adultos, poder conectar con otras personas que están en la misma situación puede ser muy tranquilizador. Sin embargo, aunque los cursos online son fantásticos por su flexibilidad, aquí es donde suelen fallar.