¿Qué es la Ciberseguridad?

La ciberseguridad es el proceso de proteger los sistemas, dispositivos, redes y datos de cualquier tipo de acceso o ataque no autorizado. Los ciberataques suelen intentar acceder a información sensible y alterar, perturbar, destruir o controlar esa información con fines maliciosos o delictivos.

Estos ataques preocupan cada vez más a las empresas y a los particulares. A medida que aumenta la información y los datos en línea, todo, desde los correos electrónicos y las tarjetas de crédito hasta los sistemas de navegación y los historiales médicos, es susceptible de sufrir ataques digitales.

En 2020, el coste medio de una violación de datos fue de 3,86 millones de dólares en todo el mundo, y de 8,64 millones en Estados Unidos. Estos costes incluyen los gastos de descubrir y responder a la violación, el coste del tiempo de inactividad y la pérdida de ingresos, y el daño a la reputación a largo plazo de una empresa y su marca.

En el mundo conectado de hoy, todos se benefician de los programas avanzados de ciberdefensa. A nivel individual, un ataque de ciberseguridad puede suponer desde el robo de identidad, pasando por intentos de extorsión, hasta la pérdida de datos importantes como las fotos familiares. Todo el mundo depende de infraestructuras críticas como centrales eléctricas, hospitales y empresas de servicios financieros. Asegurar estas y otras organizaciones es esencial para que nuestra sociedad siga funcionando.

Tipos de ciberataques

Los ciberataques pueden variar en tamaño y alcance, pero algunos de los tipos comunes de amenazas son:

Phishing

Suele adoptar la forma de correos electrónicos que parecen proceder de una fuente legítima y de buena reputación. Estas comunicaciones fraudulentas tienen como objetivo robar datos sensibles, como información de acceso o números de tarjetas de crédito.

Malware

El malware es un software malicioso que ha sido diseñado para obtener acceso no autorizado o perturbar un ordenador. Suele penetrar en una red si un usuario hace clic en un enlace peligroso, un archivo adjunto de correo electrónico o una descarga. El malware puede adoptar muchas formas, como virus, troyanos, gusanos, spyware y ransomware.

Ataque Man-in-the-Middle

Este tipo de ataque implica que un ciberdelincuente intercepte la comunicación entre dos partes. El delincuente escucha la conversación y se hace pasar por una o ambas partes para controlar la información o robar datos.

Ataque de denegación de servicio

En este ataque, los ciberdelincuentes abruman y agotan la red y los servidores con tráfico en un intento de apagar o interrumpir la disponibilidad de los servicios. Así, los recursos no están disponibles o son inaccesibles para los usuarios legítimos.

Inyección SQL

Una inyección SQL, o de lenguaje estructurado, se produce cuando se inserta código SQL malicioso en la base de datos de una aplicación a través de una sentencia SQL, lo que permite a los atacantes ver datos sensibles.

El objetivo de la ciberseguridad es defenderse de estas amenazas comunes mediante la creación de sistemas y el desarrollo de tácticas para proteger los datos. La ciberseguridad también se denomina a veces seguridad de las tecnologías de la información.

¿Cuáles son los tipos de ciberseguridad?

Hay cinco tipos principales de ciberseguridad: la seguridad de las infraestructuras críticas, la seguridad de los móviles y las aplicaciones, la seguridad de las redes, la seguridad de la nube y la seguridad del Internet de las cosas.

Seguridad de las infraestructuras críticas

Las infraestructuras críticas incluyen sistemas y redes de los que depende la sociedad, como las redes eléctricas, los semáforos, la depuración del agua y los hospitales. Aunque se trata de infraestructuras físicas, dependen de cibersistemas. Los gobiernos trabajan con los propietarios y operadores de las infraestructuras críticas para protegerlas de posibles ciberataques.

Seguridad de la red

Este tipo de ciberseguridad está diseñado para proteger las redes internas del acceso no autorizado. Se pueden utilizar diferentes herramientas, políticas y procedimientos para garantizar que las redes no sean explotadas. Las herramientas más comunes son los cortafuegos, los programas antivirus y antimalware, y las redes privadas virtuales.

Seguridad de los móviles y las aplicaciones

A medida que los usuarios almacenan más datos personales en sus teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores portátiles y otros dispositivos, la seguridad móvil es un área cada vez más importante. Si se pierde o se roba un dispositivo, hay herramientas que pueden bloquear el uso de un dispositivo móvil o exigir contraseñas de múltiples factores antes de poder acceder a él.

Dentro de la seguridad móvil está la seguridad de las aplicaciones, que es el proceso de encontrar, prevenir y arreglar cualquier vulnerabilidad en las aplicaciones. Los profesionales de la ciberseguridad trabajan para que las aplicaciones sean más seguras, de modo que no haya riesgo de acceso no autorizado a los datos y dispositivos. La seguridad de las aplicaciones comienza durante las fases de diseño y desarrollo y continúa después de que se desplieguen las aplicaciones.

Seguridad en la nube

Este tipo de ciberseguridad protege los datos y las aplicaciones que se almacenan en sistemas basados en la nube. Las principales amenazas a la seguridad en la nube son la exposición de los datos, el acceso de usuarios no autorizados a los datos y los ataques maliciosos para infectar o destruir la infraestructura de la nube. Las defensas habituales en la seguridad de la nube incluyen el cifrado, los cortafuegos y las redes privadas virtuales.

Seguridad del Internet de las cosas

El internet de las cosas (IoT) se refiere a una variedad de sistemas conectados a internet, como electrodomésticos, televisores, routers Wi-Fi y cámaras de seguridad. Muchos dispositivos del IoT tienen un cifrado débil y vulnerabilidades sin parchear, lo que significa que pueden ser explotados fácilmente. El creciente número de dispositivos IoT hace que sea un área de alta prioridad en la ciberseguridad.