Si sueñas despierto con una nueva trayectoria profesional, pero te cuesta hacerla realidad, probablemente te encuentres en la misma situación que yo. Dedicaba demasiado tiempo y energía a preocuparme por el «qué pasaría si», en lugar de invertir esa energía en planificar mis objetivos profesionales y convertirme en lo que quería ser.
Finalmente, con la ayuda de algunas personas inspiradoras, conseguí identificar los 5 principales obstáculos profesionales a los que me enfrentaba. Una vez que supe cuáles eran, pude abordarlos sin rodeos. Me inscribí en un curso de Diseño UX y ahora me encanta trabajar como diseñadora de UX.
He aquí cómo lo conseguí.
Dicen que te arrepientes más de las cosas que no haces que de las que haces. Esto se aplica a muchos ámbitos de la vida, pero es especialmente cierto en lo que respecta a tu carrera profesional. Lo que haces para ganarte la vida determina tu forma de pensar y de vivir la vida.
Cuando la edad de jubilación se acerca a los 70 años, ¡te esperan 50 años de vida laboral! ¿Qué significa eso? En primer lugar, deberías encontrar una carrera que te guste. En segundo lugar, nunca es demasiado tarde para empezar a trabajar en una nueva carrera.
He aquí los principales obstáculos que experimenté en mi camino hacia la búsqueda de una nueva carrera, y cómo conseguí superarlos y llegar a donde estoy hoy.
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1. Miedo
No creo que haya nadie que nunca haya experimentado miedo de algún tipo; miedo a las arañas, miedo a las alturas, miedo a pedir una cita a alguien… la lista es interminable. Es una emoción totalmente natural e inevitable. Así que, aunque es bastante difícil detener el miedo en seco, podemos controlar el efecto que tiene sobre nosotros.
Si no hubiera sido por un inspirador cara a cara que tuve, podría haberme quedado estancada por culpa del miedo. En cambio, tengo un trabajo que me encanta y me gano bien la vida, y todo gracias a una conversación que me ayudó a cambiar de actitud. ¿Cómo fue?
Estaba hablando con el propietario de Empower, Tariq Azim. Me preguntó cuál era mi mayor miedo a la hora de cambiar de carrera. Le dije Me preocupaba qué pasaría si no lo conseguía, y ya había dejado mi trabajo. Su respuesta fue sencilla, pero tenía razón: «Y qué, conseguirás otro trabajo». Se dio cuenta de que estaba dejando que el miedo me frenara, y su enfoque tan práctico me ayudó a superarlo.
Tenía toda la razón. Si no hubiera tenido éxito como diseñadora de UX, estoy segura de que habría encontrado otro trabajo. Por suerte, conseguí un trabajo que realmente quería en UX.
2. Nuestra voz interior
Seguro que todo el mundo ha experimentado alguna vez una voz en su cabeza que le dice lo que tiene que hacer y lo que no. Podemos elegir dejar que nuestra voz interior nos controle, o aprender a controlar nuestra voz interior.
La mayor trampa en la que podemos caer es escuchar nuestra voz interior, incluso cuando es nuestro peor enemigo, cuando nos convence para que pongamos excusas para no hacer las cosas. Es nuestro instinto ser precavidos, evitar la incertidumbre y ceñirnos a lo que conocemos: los pastos seguros. Sin embargo, en los tiempos que corren, no siempre nos ayuda ir a lo seguro.
La principal forma de abordar esto es darte cuenta de que tú eres esa voz, y puedes tomar el control de esa voz. Puedes entrenar a tu voz interior para que sea positiva y alentadora, en lugar de frenarte. Tú y sólo tú tienes la fuerza interior para hacer el cambio.
3. El juego de la culpa
Voy a adelantarme y exponer esto: a todos nos encanta culpar a los demás cuando las cosas van mal. Es una salida fácil cuando las cosas no suceden como esperábamos, o si no oímos las cosas que queremos oír. Nos quejamos, hablamos de otras personas porque no estamos contentos con nuestras propias vidas.
Como la mayoría de la gente, he sido culpable de esto. En el pasado, culpaba a los demás si las cosas no iban como yo quería. Entonces, un día me miré al espejo y reflexioné: decidí cambiar.
Cuando empecé a responsabilizarme de mis actos, dejé de excusarme y de culpar a los demás. En cuanto lo hagas, te darás cuenta de que tú también tienes una gran responsabilidad para que las cosas salgan como quieres, y empezarás a aprender de los errores y a utilizarlos en tu beneficio, para mejorar.
Puedo garantizarte que las cosas empezarán a cambiar si aceptas que SÍ tienes algo que ver en cómo salgan las cosas y que debes responsabilizarte de ellas.
Empezarás a averiguar qué medidas puedes poner en marcha para aumentar las posibilidades de obtener un resultado deseable, en lugar de limitarte a esperar a que las cosas vayan mal y luego culpar a factores externos.
4. Equilibrar demasiado
Nuestra vida siempre será un acto de equilibrio: trabajo, reuniones, familia, amigos, incluso nuestras mascotas. Sea lo que sea, a menudo anteponemos otras cosas u otras personas. A veces ni siquiera nos damos cuenta de que lo estamos haciendo, pero es muy importante reconocer cuándo nos estamos descuidando un poco a nosotros mismos. Tener tiempo para uno mismo es realmente valioso y a veces hay que hacer un verdadero esfuerzo consciente para reservar ese tiempo en nuestra agenda.
También podemos sentirnos culpables por tomarnos «tiempo para mí», y sentir que deberíamos estar haciendo algo en todo momento. Lo que he aprendido estudiando es que el «tiempo para mí» es una actividad tan valiosa como cualquier otra. Necesitamos tiempo para recargar las pilas, para reflexionar, para tener ideas, para escuchar nuestras necesidades, a fin de utilizar el resto de nuestro tiempo con eficacia.
Sé que esto puede ser muy difícil, así que te recomendaría incluso reservar 15 minutos a la semana para hacer algo totalmente para ti, y luego intentar aumentarlo si es posible. Una vez que reserves tiempo para hacer algo que te guste, probablemente verás que la ventana de tiempo que has liberado se hace cada vez más grande.
Pronto se convertirá en una segunda naturaleza dedicar tiempo a hacer cosas que te gustan y empezarás a irradiar energía positiva. Es posible que tus relaciones con tus seres queridos mejoren, y serás aún más productivo con el trabajo y el estudio. Me he dado cuenta de que las personas que tienen un gran éxito profesional suelen tener una afición o algo fuera del trabajo que les apasiona.
Hay 24 horas en un día, así que no pongas excusas: siempre puedes encontrar 15 minutos para centrarte en algo puramente para ti. ¡Inténtalo!
5. Olvidar ser positivo
Por último, parece tan obvio, pero es algo que podemos dejar de lado tan fácilmente cuando experimentamos un pequeño contratiempo. Podrías estar sintiéndote bien, luego perder el tren y decidir allí mismo que «hoy es un mal día». No dejes que las pequeñas cosas te depriman. Como me gusta decir. ¡aloha está a nuestro alrededor! En la cultura polinesia, el aloha es una forma de vida para nosotros. Se trata de positividad; pensamientos y sentimientos positivos que, a su vez, dan lugar a interacciones positivas y experiencias positivas. Si olvidamos esto, podemos adquirir el hábito de ver las cosas negativamente.
Si queremos ver gente gruñona, la veremos. Todo el mundo nos parecerá gruñón. Lo que decidamos que es nuestra realidad, se convertirá en nuestra realidad. Gran parte de lo que experimentamos es nuestra percepción, y -sí, está surgiendo un patrón- una vez que te das cuenta de que puedes controlar esto, puedes empezar a experimentar el mundo de forma más positiva.
Tener una actitud negativa puede resultar muy evidente, incluso en las entrevistas de trabajo. Un candidato que sonríe es más favorable que uno que no sonríe. Es mucho más probable que alcances tus objetivos profesionales si afrontas tu viaje con positividad. ¿Quién quiere pasar horas con alguien negativo? Sé que preferiría rodearme de gente feliz y con una buena perspectiva de la vida. Y eso es exactamente lo que hice, así que aquí tienes mi último consejo para ayudarte a alcanzar tus objetivos profesionales:
¡Construye un equipo de ensueño que te apoye!
Puede incluir amigos, familiares, tu tutor o mentor, tus compañeros de estudios. Rodearte de personas con ideas afines es una forma estupenda de impulsarte hacia el éxito.
Cuando me di cuenta de que estaba preparado para superar mis miedos y cambiar de carrera, supe que tenía que rodearme de las personas adecuadas para conseguirlo. Personas que reconocieran mis talentos y mis pasiones y me ayudaran a verlos también. Gente que me inspira, desde compañeros diseñadores de UX, a grandes escritores, oradores o luchadores de MMA. A día de hoy, tengo una valiosa red de personas a las que siempre puedo recurrir cuando necesito que me echen una mano.
Mi consejo para cualquiera que esté pensando en cambiar de profesión es que sea audaz, abierto, que nunca se desanime y, por último, que se cree un equipo de apoyo de ensueño.