¿Qué hace un iOS Developer?
¿Sabes qué hace un iOS Developer? El puesto de iOS Developer es responsable de crear y diseñar nuevas aplicaciones móviles, mantener y mejorar las funciones en las aplicaciones existentes. Pero esto no es todo. Existen muchas etapas que se encarga de supervisar dentro del desarrollo de una aplicación que te explicaremos mejor a continuación.
¿Qué hace un iOS Developer a la hora de crear una app?
La creación de una aplicación iOS implica muchos pasos. Por ello, si te preguntas qué hace un iOS Developer y en cuántos de estos pasos participa, dependerán en gran medida de su nivel de antigüedad, el tamaño de su empresa y el alcance de la propia aplicación. Un desarrollador senior de iOS, por ejemplo, es mucho más probable que participe en las fases iniciales de investigación y conceptualización, mientras que un desarrollador junior de iOS que trabaje en una gran empresa podría tener una lista de responsabilidades limitada a una o dos fases, o contribuir a una sola función dentro de una sola fase.
Por supuesto, también es muy posible desarrollar una aplicación sin ayuda, en cuyo caso un desarrollador iOS supervisaría él mismo todos los pasos siguientes.
Fases del desarrollo de un producto iOS
El desarrollo de un producto iOS suele incluir las siguientes fases:
Conceptualización, estudio de mercado y cumplimiento
Obviamente, el primer paso para crear una app es pensar en una idea. ¿Qué va a hacer tu aplicación, y cómo? Estrechamente ligado a esto está el estudio de mercado de la competencia, que consiste en ver cuánta demanda hay para tu idea y a qué competencia podrías enfrentarte. Una vez que estés convencido de que has dado con una idea original para una aplicación que la gente querrá utilizar, aún queda por asegurar que se ajustará a las condiciones de servicio de Apple, que estipulan los requisitos de una aplicación en cuanto a privacidad y seguridad del usuario, diseño, derechos de autor, decencia, etc. Si tu aplicación incumple las directrices de Apple, no podrás distribuirla.
Diseño
Aunque gran parte del funcionamiento de tu aplicación se derivará del propio concepto, en la fase de diseño se determinan todos los detalles. Suele comenzar con un esquema, que modela cómo navegarán los usuarios por la aplicación y sus funciones, teniendo en cuenta todas las interacciones posibles y cómo se desarrollarán. Esto conduce directamente a la fase de diseño de la UI y la UX, que establece los detalles de la disposición, organización y apariencia de las páginas, los puntos de interacción con el usuario y cómo se desarrollan esas interacciones, e incluso los detalles más finos de la tipografía, los iconos y el diseño gráfico. También forma parte de la fase de diseño el establecimiento de la arquitectura del software, que es invisible para el usuario pero crucial para determinar la estructura interna de los sistemas del software.
Construir la aplicación
Aquí es donde entra la codificación. La creación de la aplicación implica tres facetas distintas que deben combinarse en un todo que funcione. La primera de ellas es el back end, que es esencialmente todo lo que ocurre en el lado del servidor; aquí es donde tiene lugar la mayor parte del trabajo pesado de la aplicación, incluyendo la autenticación y la gestión de la cuenta, las notificaciones y la integración de la aplicación con servicios de terceros como las redes sociales, por no mencionar la mayor parte del procesamiento y el mantenimiento que mantienen la aplicación en funcionamiento. En segundo lugar está la Interfaz de Programación de Aplicaciones, o API, que traduce eficazmente lo que ocurre en el lado del servidor en algo que el dispositivo móvil del usuario puede entender. Y por último, está el front end, que comprende todo aquello con lo que el usuario interactúa directamente. Hay desarrolladores de iOS que hacen las tres cosas, y también los hay que se especializan en el desarrollo del front-end o del back-end solamente.
Probar y enviar
Una vez montada la aplicación, las pruebas garantizan que realmente funciona. Esta determinación no es tan sencilla como «funcional» o «no funcional»; también es una parte importante del proceso de diseño de UI/UX mencionado anteriormente. En esta penúltima fase, dar la aplicación a los usuarios reales para que la prueben es una oportunidad para afinar detalles y hacer las cosas más claras, más organizadas o más bonitas, así como para corregir errores. Una vez que la aplicación está en su mejor momento, se envía a la App Store y, si se aprueba, se pone finalmente a disposición del público.
A continuación, queda comercializar la aplicación (probablemente no sea el trabajo del desarrollador de iOS) y recibir los comentarios de los usuarios y seguir haciendo ajustes, mejoras y correcciones de errores en respuesta a esos comentarios. Un desarrollador puede enviar una aplicación, pero nunca está realmente terminada; incluso una aplicación perfecta (¡si es que existe tal cosa!) requiere actualizaciones periódicas para mantenerse al día con los cambios del propio iOS.